- Área: 280 m²
- Año: 2018
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Fotografías:Fernando Alda
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Proveedores: Daisalux, Talleres Vázquez Construcciones Metálicas S.L., iGuzzini
Descripción enviada por el equipo del proyecto. La propuesta contempla el acondicionamiento de los espacios de sótano del Palacio del Rey don Pedro con el objeto de acoger en un futuro próximo una selección de piezas de tipología diversa pertenecientes a la colección arqueológica del Alcázar, resultado de los trabajos de investigación realizados en los últimos años. La construcción del Palacio Mudéjar supone la destrucción de edificaciones almohades previas, incluida la muralla meridional del complejo que, desmontada parcialmente, sirve de contención a los niveles de suelo. En este frente, el edificio rebasa los límites del recinto islámico y salva mediante un cuerpo basamental el desnivel variable existente con los antiguos huertos y corrales –actuales jardines- situados a extramuros, construyendo la secuencia de espacios abovedados que son objeto de la presente actuación.
Será a finales del siglo XVI - durante el reinado de Felipe II- cuando se produzca la transformación más significativa de estos espacios, modificando su función inicial de almacenamiento o bodega por un uso más lúdico vinculado intensamente con los jardines renacentistas. Esta operación, que formaba parte de una ordenación y reorganización general de todo el sector de los jardines de poniente y Huerta de la Alcoba, supuso la reforma de los huecos primitivos –perforaciones de poca dimensión, a modo de saeteras- por huecos mayores que posibilitaron una conexión más fluida con el exterior, mejorando la ventilación de las naves. Posteriormente, el espacio vuelve a derivar hacia funciones de servicio o secundarias hasta su reciente utilización como área de acopio o de servicio. A principios del siglo XX recibe el aporte de escombros y otros materiales que elevan su cota de pavimento, lo que ha permitido tras su excavación arqueológica, la recuperación de una banda inferior de revestimientos originales.
El sótano se presenta en la actualidad como un contenedor valioso y oculto, esencial para entender la construcción del Palacio Mudéjar y su relación con las huertas y jardines históricos a lo largo del tiempo. La práctica ausencia de revestimientos permite la visión de las ricas texturas de sus fábricas mudéjares de ladrillo, minuciosamente consolidadas y restauradas durante las obras. La calidad patrimonial del contenedor dirige el esfuerzo proyectual a la recuperación de muros y bóvedas y a la ejecución de un nuevo suelo que se superpone o flota sobre los niveles originales, una superficie técnica que oculta las instalaciones necesarias para acondicionar los espacios y adaptarlos a la visita pública.
Este plano unitario de piedra natural crema ámbar de pequeño formato y tono neutro, se retira en el perímetro para dejar a la vista los restos originales de suelos y zócalos. La recuperación y restauración de los huecos existentes establece lazos conceptuales con la intervención realizada en el siglo XVI en la que se intensifica la relación de las naves con los jardines. La iluminación natural de las salas a través de dichos huecos -ahora acristalados- se complementa con un sistema indirecto dirigido hacia los revestimientos conservados en la base de los muros, generando una atmósfera cálida y envolvente, integradora del nuevo pavimento con las fábricas históricas.